1ro de Mayo: DÍA IGUALITARIO

1ro de Mayo: DÍA IGUALITARIO

igualitarios-1ero-mayoDon Andrés Ibáñez Justiniano nació en Santa Cruz de la Sierra «Pailas» el 30 de noviembre de 1844; hijo del Cnl. Francisco Bartolomé Ibáñez y de doña María del Carmen Justiniano. Su esposa fue doña Angélica Roca y tenía tres hijos de anteriores nupcias. Su padre fue otro gran caudillo cruceño; en 1847 encabezó una revolución que proclamó al Gral. José Miguel de Velasco a la Presidencia de la República.

Don Andrés Ibáñez. Estudió Derecho en la Universidad de San Francisco Xavier. Fue abogado a sus 24 años. Se dedico a la política y a la abogacía. En su calidad de Secretario de la Prefectura, firmó la creación de la bandera cruceña con los colores verde y blanco. En Santa Cruz conformó él Club Igualitario y publicó él Eco de la Igualdad. Fue Concejal Municipal cruceño el año 1868. En 1874 fue elegido diputado nacional en dos oportunidades. Frente a una multitud enardecida en plena plaza principal arrojó su levita de doctor y los botines de charol y se puso una chaqueta de artesano y caminó descalzo, demostrando que era uno igual que sus partidarios y con la voz de mando de «TODOS SOMOS IGUALES», marcharon por las calles de la ciudad. Después de ese acontecimiento se creó la agrupación ciudadana llamado Partido Igualitario y contó con el apoyo de los artesanos y gente de pueblo de Santa Cruz de la Sierra.

A comienzos del año 1875, el Dr. Andrés Ibáñez a la cabeza de grupos armados intenta tomar la plaza de Santa Cruz. El 1 de octubre de 1876, después de haber sido hecho prisionero, los soldados que lo cuidaban se amotinaron a favor de Ibáñez. Los Igualitarios declararon la federación el día de Navidad de 1876. La proclama decía: » El día de su próximo triunfo será de los que la iniciaron, de los que han sufrido, de los que han gemido entre cadenas, de los que en vano han demandado igualdad y justicia. ¡Bienhechora alborada y de ventura brillará para los pueblos! Hambre y sed de justicia como de libertad tiene el pueblo. Justicia suficiente encontrarás porque lo que habéis iniciado debe triunfar, como que escrito está, debe cumplirse».

Ejecutó sus ideales de igualdad dejando a los grandes terratenientes el dominio del suelo tan sólo cultivado distribuyendo la tierra sobrante a los campesinos. Abolió la servidumbre personal y gratuita en el agro y en la ciudad, declarándose, además anuladas las deudas de trabajo, con lo cual quedó el peonaje cruceño prácticamente liberado de la esclavitud económica. Se instauró el cobro de impuestos a los productores de azúcar.

Los Federalistas de parte del Líder Andrés Ibáñez intentaron hacer reconocer su posición al gobierno central de La Paz, el que anoticiado de la rebelión envió un destacamento militar al mando del general Carlos de Villegas para sofocar ese movimiento que estaba surgiendo. Mientras tanto Ibáñez marchaba hacia Samaipata para desbloquear e implantar la revolución federal en toda la Santa Cruz. El enfrentamiento era inevitable y ante ese Hecho volvió a la ciudad para reordenar el gobierno federal y acondicionar sus tropas para enfrentar a Villegas. El 3 de Marzo de 1877 dicto el último bando federal disponiendo que todas las fuerzas militares de la ciudad debieran retirarse hacia chiquitos.

El centralismo que no admitía la existencia de un Estado Federal en Bolivia a la presidencia de Daza ordeno la muerte del líder y jurista cruceño Andrés Ibáñez, por encabezar la revolución armada que lo proclamó Gobernador de nuestro departamento, con el apoyo de un comicios popular en diciembre de 1876, el gobierno del presidente Daza envía a 600 hombres para destruir al Gobierno Federal de Santa Cruz y el Gobernador Ibáñez tiene que replegarse a Chiquitos, con la compañía de 50 fieles soldados del denominado gobierno Igualitario.

El 28 de abril de 1877 es capturado en Santa Ana de Chiquitos el Federalista Benjamín Urgel, quien fue fusilado por negarse a delatar a su Líder.

El 1ero. De mayo de 1877, es asesinado el líder Federalista Dr. Andrés Ibáñez, en la estancia San Diego, hoy provincia Velasco. Fueron cuatro los mártires sentados esa madrugada al patíbulo. Hubo siete más que fueron ejecutados después. Aquel día debe ser imborrable para la cruceñidad. Estos cuatro fueron el Dr. Andrés Ibáñez, el Cnl. Francisco Javier Tueros, el teniente Coronel Prado y el Capitán Valverde. Todos fueron ejecutados sin juicio alguno.

Estando por recibir la descarga de los funestos indios armados de Villegas, Tueros pidió la palabra y dijo: “Dr. Andrés Ibáñez, caudillo nuestro, quiero saber si esta catástrofe es la dicha que nos ofreció y si esta es la grandeza que nos prometió y si también es la felicidad que nos anuncio que deberíamos gozar ¿Este es el galardón en premio a nuestra perseverancia? Oh, doctor, cuán equivocado se hallaba Ud. y nosotros».

Amarrado de pie y brazos a un poste respondió el gran Líder Igualitario, lleno de hombría: «Si señor Coronel Tueros. Por cierto que ésta es la mayor felicidad que la Omnipotencia nos ha deparado en premio a nuestros sacrificios. De aquí se irradiará una dominante lumbrera para las generaciones del porvenir. ¿Habrá cosa más grande que morir por un ideal a favor de la redención de los pueblos? Adiós… Adiós coronel, hasta la otra vida…» Un grito estruendoso de ¡Viva Santa Cruz! ¡Viva el Federalismo! retumbó con la descarga. Cuatro vidas habían sido cegadas para siempre. Con este grito terminaba una de las acciones de insurgencia más pura y grande que tuvo Santa Cruz.

El Dr. Ibáñez amó tanto a Santa Cruz y a su pueblo, que ofrendó la vida en busca de su desarrollo y de ubicarnos en un lugar especial dentro de la República. Su gran visión de estadista, logró establecer el Estado, que contaba con apenas 15.000 habitantes. Honor y Federal en una ciudad que Gloria a su heroica memoria.

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1 Comment

  • miguel
    25 de octubre de 2010

    todos deberiamos saber que federalismo no es separatismo, grande Andres Ibañez.!!!

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