Lenguaje y habla popular camba – Lección Nº 3

Lenguaje y habla popular camba – Lección Nº 3

Lección No. 3

El habla popular camba y algunos modismos

Reconocemos que en la Lección No. 1 nos equivocamos al escribir la palabra “diptongo” con c y no con p, por confiar demasiado en nuestra memoria conceptual y mecánica y, así, no acudir a un diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Pedimos disculpas a nuestros lectores por no respetar, involuntariamente, esta regla gramatical que, al fin y al cabo, es convencional.

Ahora vayamos al tema de esta otra lección.

M. Heidegger en su escrito Unterwegs zur Sprache (Tübingen, 1959) sostiene:

“El ser humano habla. Hablamos en la vigilia y en el sueño. Hablamos sin parar, incluso cuando no pronunciamos ninguna palabra, sino que escuchamos y leemos; hablamos tanto si nos dedicamos a una tarea o nos abandonamos en el ocio. Hablamos constantemente de una u otra forma. Hablamos porque hablar es connatural al ser humano. El hablar no nace de un acto particular de la voluntad. Se dice que el hombre es hablante por naturaleza. La enseñanza tradicional dice que el hombre es, a diferencia de la planta y la bestia, el ser vivo capaz de hablar. Esta afirmación no significa que el hombre posea, junto a otras facultades, la capacidad de hablar. Más bien quiere decir que es el propio lenguaje lo que hace al hombre capaz de ser el ser vivo que es en tanto que hombre. El hombre es hombre en tanto que es capaz de hablar”.

Sí. Todo hombre habla. Pero habla de manera diferente. Porque el habla no es un mero “acto de la voluntad particular”. El habla es también social, como la lengua. Y dependiendo de la sociedad o cultura, el habla de uno o más individuos será diferente, aun cuando se use una misma lengua (sistema de signos o palabras con sus reglas convencionales) – p. ej., el castellano.  Es decir, según la cultura o el pueblo donde se nace y vive, hablará de una manera particular.

Esa manera diferente de hablar una o la misma lengua ha permitido también la formación de culturas distintas. Así, esto sucedió con el habla popular camba o cruceño en la región tropical meridional de Sudamérica: los llanos chaco-amazónicos de Bolivia. Los cambas tenemos otra forma de hablar el castellano en América. Tiene su parecido con el habla, p. ej.,  de los paraguayos y argentinos, mas no es exactamente igual. ¿Por qué los cambas hablamos distinto el castellano? Porque los cruceños o cambas, como pueblo o cultura, fueron constituyendo –en más de 450 años de historia y formación cultural – un sociolecto, o una  lengua neolatina en base al castellano, otros dirían un dialecto que identifica y delimita a los llanos chaco-amazónicos. El asilamiento geográfico durante la colonia y la vida republicana, así como el contexto étnico indígena (sobre todo arawak, marco-ge y tupí-guaraní), determinaron esa formación lingüística cruceño-camba. La influencia de la lengua de Brasil también hizo su parte. De manera que se constituyó un “castellano cruceño” a partir del habla popular camba, tan válido como otras maneras de hablar en América.

Con esta forma de hablar un neo americanismo castellano, los cruceños o cambas no sólo fueron exteriorizando su “ser” como hombres o pueblo, sino, además, dieron a conocer su cultura, esto es, lo que piensan, sienten, perciben, aman, valoran, rechazan, nombran, significan,  etc. Y esta cultura, expresada en su elemento del habla propia, con los siglos la fueron expandiendo por casi todo los llanos chaco-amazónicos bolivianos.

De manera que en ese habla popular camba, hallamos un conjunto de modismos que nos identifican como cambas, cultural, social y lingüísticamente. Algunos de esos modismos (ya casi en desuso y otros aún vigentes entre los cambas portadores de esa cultura “profunda”, es decir, en los cambas cultivados en su propia cultura  –y ya no quizás en aquellos que se hacen los “modernos” o cultos cosmopolitas) son estos:

Anda culipandenado: Se dice de aquel que es indeciso; que le da vuelta a todo, sin tomar una postura clara; aquel que, p. ej., en política, no sabe si irse con un partido u otro.

Anda todo patichi: Se dice de aquel que por algún motivo –enfermedad, accidente u otro asunto, camina cojeando, rengueando.

Este anda más lavao que librillo de panza: Se dice de quien no tiene dinero en los bolsillos y anda siempre yesca, sin plata.

Andá vicheá a la pelada…se fue a buricear: se usa la expresión cuando alguien le pide al otro que vaya a ver qué está haciendo alguien en tal o cual sitio. “Vicho” en el contexto de los llanos chaco-amazónicos se le dice al animal que uno va a cazar al monte. El cazador va y lo espía desde un sitio o escondite. Buri, ya sabemos, es una fiesta popular que se hace en celebración de alguien. Vos, p. ej., podés decir: “voy a ir a vichear a mi corteja…pa ver si no me la hace con otro”.

Este (a) es un aguilillo (a): Se dice de quien le gusta coquetear o piropear y meterse en “amores” fácilmente. Al grano: le gustan las mujeres o los hombres, si es del sexo opuesto.

Anda pajareando: Se dice de quien vive por ahí “sin ton ni son”, de un lado pa’ otro; a velento; algo como despistao, desorientao, por diversos motivos. Va y viene, está y no está en un lugar, como lo hace el viento.

Está toda pituca: Se dice de quien está vestida de forma elegante, con ropa nueva, y por eso anda toda envalentonada, generalmente.

Está lopopuda (o): Se dice de quien tiene los ojos, pero sobre todo los párpados hinchao, inflamao por algún motivo: no durmió bien, le pagaron, se accidentó, etc.

Anda toda (o) trompeta: Se le dice a quien tiene mal carácter, a quien anda casi siempre ejonao, de mal humor, rabioso al punto de que no saluda, no habla, no se puede conversar con esa persona.

No seás cojudo: Se le dice a quien al tomar una decisión o acción errónea, parece que no lo hizo con el cerebro sino con los cojones, con los “huevos masculinos”.

Dejá de gallinear: Generalmente se le decía a los niños muy inquietos, movedizos (en palabras cultas como les gusta expresarse a algunos y como lo dice la psicología, “niños hiperactivos”), que se andaban subiendo y bajando de las sillas, las mesas, las camas, etc., como una forma de corregirlos o llamarles la atención, moderarlos.

Tiene mocheó: Se dice de quien, generalmente de los niños (a), se enfermó porque fueron llevados al velorio o al entierro de alguien. Mocheó es el debilitamiento del cuerpo, expresado en enfermedades, porque se cree que el espíritu débil del muerto se le metió al cuerpo de los pelaos.

Hay más modismos cambas. Los seguiremos rescatando.

Finalmente, toda persona es culta cuando está cultivada en su cultura, la vive, la conoce, la expresa, la respeta, la ama, la defiende. Lo otro, manejar un lengua o lenguaje “supuestamente culto”, eso más tiene que ver con aprender una lenguaje más técnico que puede provenir de una ciencia o disciplina, como el derecho, la literatura, la filosofía, la sociología, la biología, etc. ¿Necesario? Sí. Pero dentro de un “juego de lenguaje” específico. P. ej., el profesional. Pero esto no me hace más culto o menos culto que el otro. Sólo un profesional en un área del conocimiento. Así, si sé mucha literatura y he leído muchas novelas, cuentos, poesías… de diversos literatos, seré un erudito en ese campo, o culto en literatura. ¡Eso nomás! Dejar de tener y ser portavoz de la propia cultura del pueblo al que uno pertenece, eso ya es un acto de libre voluntad. ¡Y se respeta! Así como se respecta también a quien libremente se integra a una cultura, como la cultura camba. ¡Éstos siempre serán bienvenidos!

Dr. Gustavo Pinto Mosqueira

(continuará…)

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