Levantamiento en Santa Cruz – 24 de septiembre de 1810
Ya sea por casualidad o porque así estaba planeado, a fines de 1809 llega a Santa Cruz de la Sierra, el hijo del subdelegado, don Antonio Vicente Seoane y Robledo, graduado de abogado en Charcas, quien venía con las ideas de la independencia ya que, había sido testigo de la levantada del 25 de mayo en Charcas y quien además era parte del grupo secreto doctores de Charcas. Aquí se produce un drama entre padre e hijo, el padre que servía al rey de España y el hijo que se declaraba contrario a tal servicio y que además venía dispuesto a luchar para que se acabe el servilismo al monarca. El anciano y cansado cuerpo del Coronel Seoane descanso en paz el día 1 de abril de 1810, por lo que no puedo ser testigo de lo que haría el hijo a los pocos meses.
A los tres días de la muerte del coronel Seoane, el 4 de abril es posesionado en el cargo de subdelegado el asesor jurídico de la subdelegacía, don Pedro José Toledo Pimentel oriundo de Salta, hoy ciudad de la República Argentina, quien jura ante el Cabildo de la ciudad que tenia por alcalde a don Francisco Xavier de Cuellar y por regidores a don José Joaquín Aponte, Francisco Saucedo y José Vicente Arias.
Este nuevo subdelegado, graduado de abogado en la Universidad de San Francisco Xavier de Charcas el año de 1780, tendría que vivir los años de iniciativas independentistas en la región americana.
En Agosto de 1810, algunas personalidades fueron al pueblo, llego otro abogado de Charcas don Juan Manuel Lemoine, le siguió, a los pocos días, un capitán del ejército argentino el Capitán Eustaquio Moldes, posteriormente Don Melchor Guzmán Quitón, llegado de Cochabamba, quienes serian los principales actores y gestores de la revuelta independentista cruceña.
Las “casuales” llegadas a Santa Cruz de la Sierra de Seoane, Lemoine y Moldes alarmaron a los consejeros del subdelegado Toledo Pimentel, quienes le comunicaron sus inquietudes al subdelegado pero este no quiso prestar atención a las advertencia de sus consejeros, aunque luego, ante la duda, mando venir a los jefes militares de las guarniciones leales a la corona como eran el Comandante José Miguel Becerra de la guarnición de Cordillera, Capitán Antonio Landivar de la guarnición de Chiquitos y el capitán Velasco de las milicias de la capital cruceña para que le juren lealtad a la corona, lo que hicieron estos: Mientras tanto Seoane, quien ya llevaba casi un año en el pueblo, había difundido sus ideas de la independencia y ganado algunos adeptos entre ellos algunos sacerdotes que durante la homilía dominical pregonaban la debilidad de la corona española en el viejo mundo y de los deseos de independencia de las colonias.
El 24 de septiembre de 1810, se festejaba la fiesta de “Nuestra Señora de las Mercedes” y casi todo el pueblo se hallaba en la plaza principal, lo que fue aprovechado por el joven abogado Seoane quien, junto al cura Don José Andrés Salvatierra Chávez, el coronel Antonio Suarez de Arteaga, segundo comandante de las milicias de Cordillera, el capitán argentino Eustaquio Moldes y otros adeptos, toman la casa de gobierno y convocan a los que se encontraban en la plaza a un improvisado Cabildo. En dicho cabildo, el pueblo precede a desconocer la autoridad de don Pedro José Toledo Pimentel y en ese momento, se comienza a escribir una nueva historia en los territorios de la llanura, que fuera hija predilecta de su fundador Ñuflo de Chaves, que exigía libertad.
El cabildo Abierto conforma una Junta Gubernamental compuesta por: el coronel Antonio Suarez como gobernador, Antonio Vicente Seoane y el sacerdote José Andrés Salvatierra Chaves y quienes, llevan las riendas de la nueva ciudad liberada del yugo español. El movimiento fue secundado por don Francisco Javier de Cuellar, alcalde de la ciudad y los miembros del Cabildo José Joaquín Aponte, Francisco Javier Saucedo y José Vicente Arias.
Una de sus primeras determinaciones fue la de liberar a los esclavos negros que se encontraban en las panaderías y en las fabricas de adobe (ladrillo sin coser) del barrio del TAO, ubicado en las cercanías del actual “Avión Pirata” y el enviar una tropa a Cordillera con ordenes de capturar al Cnel. Becerra, pero este ya se encontraba muy lejos del lugar, rumbo a Cochabamba. Luego, a las pocas semanas, el comandante Eustaquio Moldes se marcha al Alto Peru con una significativa tropa cruceña y el Dr. Juan Manuel Lemoine asumia el cargo de Gobernador de Chiquitos, con la misión de organizar milicias en dicho territorio, mientras que el Dr. De Charcas, Seoane se hacia del cargo de Presidente de la Junta Gubernativa, dejando de lado al Cnel. Antonio Suarez (N. Gandarilla).
Texto tomado del libro:
Santa Cruz y el Proceso Independentista Hispanoamericano – 2010 de Bismark A. Cuéllar Chávez
Imágenes de:
www.bicentenariosantacruz.com